Para los amantes de los ferrocarriles, es triste decirlo pero el famoso tren lunático que unía la ciudad de Mombasa, en la costa de Kenia, con Uganda y considerado el tren más romántico del continente africano dejó de funcionar desde hace dos años.
Las principales causas fueron la baja rentabilidad que suponía y la construcción de la nueva línea ferroviaria inaugurada en mayo de 2017 (SGR Madaraka Express) que une Mombasa con Nairobi, construido por los chinos y siendo el mayor proyecto llevado a cabo por el gobierno de Kenia, tanto en términos económicos (3600 millones de dólares) como de infraestructuras. Algún día hablaremos en un post como los chinos están colonizando África y especialmente Kenia. Aunque todavía esta línea ferroviaria se siguen utilizando para el transporte de mercancías como podemos ver en la imagen inferior a su paso por el slum de Kibera en Nairobi.

Este tren tuvo una larga historia detrás que merece la pena ser contada. Nos tenemos que remontar a la época colonial cuando los “britishs” eran los dueños de medio mundo. En 1886, el Imperio Británico decidió construir una línea de tren que uniera Mombasa con el lago Victoria. Las adversidades que suponía realizar este proyecto en aquella época eran enormes y complejas, debido a ello lo decidieron nombrar “tren lunático”; la línea tenía que cruzar el Parque Natural de Tsavo, el valle del Rift, todo tipo de barrancos y desniveles, los locales les robaban los materiales y algunos trabajadores fueron devorados por los leones, lo que dio lugar a los famosos “leones de Tsavo”. Aunque hemos escuchado que hay un poco de leyenda en esta historia, se comenta que incluso tuvieron que contratar a una cazador profesional, el coronel John Henry Patterson para matar a los leones debido a la gran cantidad de bajas que se estaban produciendo entre los trabajadores, e incluso llegó a escribir un libro “Los devoradores de hombres de Tsavo”. Si queréis indagar más sobre este tema podéis leer aquí un artículo muy interesante de National Geographic que trata sobre el tema.

Para su construcción los ingleses trajeron trabajadores de la India (también perteneciente a la colonia británica en aquella época) provenientes de las castas más bajas, llamados coolies, ya que según ellos los locales eran poco productivos y sólo los utilizaban para el transporte de mercancías.
En 1901, tras cinco años de trabajo, acabaron la construcción de los 926 kilómetros que unía la ciudad de Mombasa con Port Florence (lo que hoy en día es Kisumu) dejando atrás más de 2400 víctimas mortales entre enfermedades (cólera, malaria, mosca tse-tsé, escorbuto, disantería…), ataques de animales y ataques de las tribus locales, como los masais, que aunque actualmente la mayoría de ellos están introducidos en la sociedad de una manera civilizada hay que recordar que siempre han sido una tribu guerrera.

Este tren ha tenido y tuvo una importancia tremenda para la Kenia actual. Primero dio origen a la capital del país, Nairobi, que fue creada en 1901 como un asentamiento estable de barracas para los trabajadores en una altiplanicie llamada Nyrobi (lugar de agua fresca en swahili), de aquí el nombre de Nairobi. Tiene una elevación de 1800 metros y aunque sea un caos de coches y contaminación, es un lugar con una vegetación exuberante (recomendamos visitar Karura Forest) y muy verde. Te recomendamos otro de nuestros posts para conocer las 11 mejores cosas para ver y hacer en Nairobi.
Segundo, los cientos de indios que habían trabajado en la construcción del tren se quedaron en el país y pusieron en marcha el comercio de una manera activa. Por eso no os extrañéis al ver tantos indios en Nairobi, tienen copados la mayoría de negocios debido al gran espíritu emprendedor y la facilidad que tienen para los negocios, siendo un pilar básico de la economía del país. La mayoría de ellos nacidos en Kenia en este periodo son ya terceras y cuartas generaciones.
Y tercera y última, fue un gran avance para el transporte de la época al poder desplazarse entre las tres ciudades más importantes del país (Nairobi, Mombasa y Kisumu) y una comodidad para los británicos, que así podían transportar todo lo que estaban expoliando en el interior del país, tal como madera, café, marfil, animales, esclavos… y darle salida a través del puerto de Mombasa.
Como hemos comentado al principio, la poca rentabilidad del tren debido a que la mayoría de kenianos prefería el trayecto en bus que tarda 8 horas respecto a las 13 horas del tren, la falta de mantenimiento en las vías produciendo retrasos cada dos por tres y la construcción de la nueva línea ferroviaria, han hecho pasar a la historia a este famoso “tren lunático”.