Dadaab, localizado en el norte de Kenia a 80 kilómetros de la frontera con Somalia en el condado de Garissa, es el campo de refugiados más grande del mundo con más de 300.000 refugiados somalís que huyen de la guerra civil que azota el país desde el 1991, imaginaros que llevan 28 años de conflicto armado, nada más ni nada menos.
Vamos a hacer un poco de historia y vamos a ver a porque empezó la guerra en Somalia en 1991, haciéndolo uno de los conflictos armados más largo de la historia, lo que secundariamente ha creado el campo más grande del mundo.
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GUERRA CIVIL EN SOMALIA
Las primeras fases de la guerra civil se desarrollaron entre 1986 y 1992, por las milicias locales en contra del régimen represivo del presidente Siad Barre, que gobernó desde 1969 hasta 1991. Puntualizar que el presidente Siad Barre estaba acusado de abuso de los derechos humanos y del genocidio “Isaaq Genocide” en el que asesinaron entre 50.000 y 100.000 personas. Y ahora viene el dato curioso, Siad Barre era un presidente pro-americano y justo antes de que fuera derrocado el 26 de enero de 1991 por las milicias, se habían concedido derechos de exploración petrolera sobre 2/3 del territorio somalí a las compañías petroleras americanas Comoco, Amoco, Chevron y Phillips, cuyos propietarios son los Bush, Rokecfeller… Se comenta que incluso la compañía Comoco cedió sus oficinas en Mogadiscio a la embajada americana como refugio antes que desembarcaran los marines y lógicamente todos los comentarios apuntan que a las tropas americanas no entraron en el país en para establecer la paz y ayuda humanitaria sino para tomar el control de las concesiones petroleras.
Las Naciones Unidades involucrada en el conflicto decide retirar todas sus tropas en marzo de 1995 ante la gran cantidad de bajas. Después se proclamaron una gran cantidad de Estados Autónomos y de todo este meollo, en 2009 tras la retirada de la Unión Africana (militares de varios países de África, principalmente Etiopía) del conflicto, toda la parte sur del país calló en mano del grupo de rebeldes islamistas radicales llamado Al-Shabaab, estableciendo la ley sharia en las áreas bajo su control y oponiéndose a la presencia de tropas extranjeras en el país.
SEQUÍA DEL 2011
Este conflicto produjo todo el exilio hacía Kenia, país más próximo, huyendo de los horrores de la guerra civil. Pero para más inri hay que sumar que en 2011 se produjo una de las mayores sequías jamás recordadas en África del Este y ante la perdida del ganado, de las cosechas y el nulo mantenimiento delos canales y sistema de riego, hicieron que se declarará situación oficial de hambruna en las provincias de Baja Shabeelle y Bakool, de donde se pudieron ver las tremendas imágenes de niños en estado de extrema desnutrición y familias desesperadas huyendo ante la ausencia de todo. Se calcula que durante esta época de sequía estaban llegando al campo de refugiados de Dadaab unas 1000 personas diarias y llegó a albergar a más de medio millón de personas, declarándose la situación de crítica.
CIERRE DEL CAMPO
Y como dice el dicho “a perro flaco todo son pulgas”, en noviembre de 2016 el gobierno keniano decreto el cierre del campo de refugiados queriendo devolver a su país a los casi 300.000 somalís alegando el cierre a cuestiones de seguridad nacional, ante la denuncia de que el grupo terrorista somalí Al Shabab lo usa supuestamente para captar milicianos y lanzar los atentados que causaron la muerte de 148 estudiantes en la universidad keniana de Garissa en 2015 y el atentado en el centro comercial de Westgate de Nairobi en 2013 asesinando a 72 personas pero la Comisión Keniana de Derechos Humanos junto con Amnistía Internacional consiguieron frenar el decreto de los que hubiera sido otra gran crisis humanitaria.
Además, hay que tener en cuenta la animadversión que sufren estos refugiados por los pueblos de alrededor que ven como reciben ayudas del exterior mientras que a ellos no se les hace ni caso y como siguen llegando más somalís mientras que ni el propio gobierno es capaz de hacer frente a la gran cantidad de problemas, que son muchos, que tiene el propio país de Kenia.
Así que como veis, el problema en el campo de refugiados de Dadaab tiene “telita” y todo apunta a que este asentamiento va para largo mientras no se consiga arreglar el conflicto de Somalia, que tampoco se ve con una solución clara en un horizonte cercano.